La columna vertebral y su relación con órganos y emociones


Es común escuchar a la mayoría de las personas quejarse de dolor de espalda. Pero es necesario saber que no todos obedecen a un problema fisiológico o estructural. En algunos casos, como decimos la espalda habla de nuestros sentimientos y emociones. ¿Cómo podemos relacionar este dolor, tensión o sobrecarga en la espalda con nuestras emociones?.

A continuación explicaremos cada zona de la espalda y su relación.

Comenzaremos con la zona Cervical, la cual refleja nuestro centro energético, la comunicación y apertura hacía la vida.



  • En C1, la primera vertebra,  da soporte y equilibrio de nuestra cabeza. Sus problemas se reflejan en dolores de cabeza, desorden en el sistema nervioso, desesperación o dificultad para expresar las emociones.
  • C2, es la vertebra que conecta nuestros sentidos (ojos, nariz, olfato,). Su rigidez afecta principalmente nuestra forma de expresar nuestras emociones.
  • C3 es la vertebra cervical solitaria y conecta directamente con el rostro, piel, huesos y nervios.
  • C4, C5 y C6, se trabajan juntas. Cuando alguna de ellas tiene problemas, se refleja en dolencias en la boca, cuerdas vocales, faringe, boca y hombros. La Tiroides, es el órgano que se relaciona con estas vertebras.
  • C7, conectada directamente con codos, hombros y manos, también alberga el centra de nuestras creencias, la parte moral, decepciones, remordimientos y miedos.


En la zona Dorsal, se encuentra y almacena toda nuestra parte emocional, afectiva. Nuestra relación con la vida, con las personas, es la parte central del movimiento de energía de nuestro cuerpo. Un bloqueo en esta zona, impide que la energía se distribuya hacía nuestros miembros inferiores o hacía la parte superior de nuestro cuerpo.




  • D1, es la primera vertebra dorsal y coincide con los límites que tengo y que puedo sobrepasar. Se refleja en codos, punta de los dedos y en problemas respiratorios como tos, asma y otras relacionadas.
  • D2, vertebra de la emotividad, del corazón y pulmones. Concentra toda la parte emocional con respecto a nosotros, a la familia, a nuestro entorno.
  • D3, relaciona pulmones y pecho. Las depresiones y opresiones en el pecho, depresiones y estados de aceptación, se involucran en este punto.
  • D4, vertebra que relaciona a la vesícula biliar, centra el placer, los deseos y las tentaciones como un medio de equilibrar el día a día en nuestra vida.
  • D5, la vertebra que relaciona el Hígado y la circulación sanguínea. Es la zona de carga de nuestros problemas, la zona de control de nuestras acciones.
  • D6, sexta vertebra dorsal relaciona nuestro estómago y activa la auto crítica y los estados de aceptación.
  • D7, Unida a puntos de Páncreas y Duodeno. Es una vertebra que trabaja cada día y que nos recuerda la necesidad de descansar y relajarnos.
  • D8, conecta al bazo, dolor en el diafragma y la sangre. Alberga nuestras inseguridades y miedos.
  • D9, directa a las glándulas suprarrenales, si hay algún problema, se producen alergias y se viven las emociones hacía dentro. No se exteriorizan los sentimientos.
  • D10, zona de riñones, la sede de nuestros miedos e inseguridades.
  • D11, zona igual de riñones, piel. Refleja tensiones y nervios.
  • D12, se relaciona con los intestinos gruesos, colon, dolores articulares, circulación, sistema linfático y en el caso de las mujeres con las trompas de Falopio. Es el centro de cómo manejamos las envidias y nuestra posición crítica respecto  al entorno que nos rodea.


En la zona Lumbar, cintura y coxis, generamos el sostenimiento de nuestra parte superior. Las inseguridades materiales, afectivas y sociales, se concentran en esta área, siendo también muy importante en el tránsito de la energía hacía los miembros inferiores. Se relaciona con la sexualidad, control y seguridad de nuestra vida.


  • L1, conecta con nuestro intestino delgado y grueso y refleja problemas de digestión, estreñimiento o colon. También canaliza la impotencia y nuestros conflictos interiores.
  • L2, refleja la zona del abdomen, piernas y alberga la soledad y en casos de amargura, se sobrecarga.
  • L3, conecta los órganos genitales, útero, vejiga, dolores articulares, sobre todo en las rodillas. Comunica las tensiones y situaciones familiares tensas o tormentosas.
  • L4, refleja problemas con el nervio ciático y en el caso de los hombres, con la próstata. También tiene que ver con la aceptación de nuestra realidad, la posición ante la vida.
  • L5, es la que nos habla de lo que sucede en nuestra vida, de esa realidad y la que está conectada con el segundo chakra naranja. Se reflejan en piernas, rodillas y dedos del pie.


En la Zona del Sacro, conectada a nuestros deseos de índole sexual. S1, S2 y S3, están untas como un todo. Son el control, la seguridad y fuente de sexualidad. S4 y S5, relacionadas con L1, reflejan los problemas de órganos genitales, riñones, frigidez, infertilidad, cálculos, problemas hormonales, obesidad, mala circulación en piernas, manos y pies. En el aspecto psíquico, tienen que ver con los deseos, con la sexualidad, con el placer. La necesidad inherente de alimento, protección y sexo, correspondiente al chakra naranjaTiene que ver con la comunicación del cuerpo con el Ser interior, con lo que el cuerpo quiere y necesita y con lo que encuentra placentero.



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